LA AGRICULTURA Y SU NUTRICIÓN VEGETAL
La agricultura y la nutrición
están vinculadas de muchas formas. La gente ha reconocido la conexión más obvia
por mucho tiempo –la seguridad alimentaria es uno de los tres pilares de la
buena nutrición, junto con el buen cuidado y la buena salud. En 1945 las
preocupaciones sobre las recurrentes hambrunas y la malnutrición llevaron al
establecimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación (FAO). A la FAO se le asignó el mandato de mejorar los niveles
de nutrición y los estándares de vida, y el mejoramiento de la productividad
agrícola era una parte importante para este fin. Hoy en día, la agricultura aún
se ve como uno de los cimientos del el desarrollo nacional. A través de los últimos
55 años la evidencia se ha acumulado para demostrar que la productividad
agrícola es una fuerza poderosa para la reducción de la pobreza y para el
desarrollo económico. Sin embargo, en las décadas recientes un amplio rango de
factores ha obstaculizado el crecimiento de la productividad agrícola en las
áreas menos desarrolladas. Estos factores incluyen la baja inversión en
investigación y desarrollo agrícola, en irrigación, en infraestructura rural y
en educación, así como la incapacidad de los agricultores pobres de acceder a
los mercados de los consumidores ricos, ya sea en países desarrollados o en
vías de desarrollo. Las vías a través de las cuales la agricultura afecta la
nutrición están bien documentadas. A su vez, un mejor estado nutricional apoya
al sector agrícola aumentando la habilidad de la gente en zonas rurales de
emprender los arduos trabajos que involucra la agricultura en pequeña escala.
Los vínculos entre una mejoría del estatus nutricional y una mejoría en la
capacidad de trabajo y en la productividad son claros. Sin embargo, para
mejorar la productividad y los ingresos agrícolas, el sector agrícola debe
poner aún más atención a la nutrición. Esta mayor atención del sector agrícola
hacia la nutrición asegura un mayor enfoque hacia el consumidor, lo cual es
bueno para la agricultura tanto desde el punto de vista de bienes públicos como
de bienes privados.
En la lucha contra la
malnutrición, la agricultura desempeña la función esencial y única de asegurar
que distintos alimentos nutritivos, suficientes para satisfacer las necesidades
de las personas de todas las edades, estén disponibles y sean accesibles en
todo momento, ya sea en el mercado o gracias a la propia producción de los
agricultores. Tradicionalmente, las intervenciones agrícolas se han centrado en
aumentar la producción de alimentos e incrementar los ingresos con miras a
reducir la malnutrición, el hambre y la pobreza. Aunque esto sigue formando
parte de un enfoque válido, actualmente se reconoce que el aumento de los
niveles de producción e ingresos por sí solo tiene un impacto limitado en la
mejora de la nutrición.
Nutrición vegetal
Para construir, renovar sus
estructuras y realizar todos los procesos vitales, los seres vivos necesitan
materia y energía. Se denomina nutrición al conjunto de procesos implicados
precisamente en el intercambio de materia y energía de un ser vivo con el medio
que le rodea.
Los vegetales son seres vivos de
nutrición autótrofa y fotosintética. Se denominan autótrofos porque son capaces
de transformar en materia orgánica la materia inorgánica del medio y
fotosintéticos porque para ello obtienen la energía de la luz solar.
Los procesos implicados en la
nutrición son: La absorción de los nutrientes, el intercambio de gases (oxígeno
y dióxido de carbono), el transporte de nutrientes por todo el organismo, el
catabolismo (degradación de las moléculas en otras más sencillas con obtención
de energía) y la excreción de sustancias tóxicas producidas durante el
metabolismo celular.
El principal elemento nutritivo
Es el carbono, extraído del aire por las plantas autótrofas gracias al
proceso de la fotosíntesis. Las plantas no clorofílicas, llamadas heterótrofas
dependen de los organismos autótrofos para su nutrición carbonosa. La nutrición
recurre a procesos de absorción de gas y de soluciones minerales ya
directamente en el agua para los vegetales inferiores y las plantas acuáticas,
ya en el caso de los vegetales vasculares en la solución nutritiva del suelo
por las raíces o en el aire por las hojas.
Las raíces, el tronco y las hojas
son los órganos de nutrición de los vegetales vascularizados: constituyen el
aparato vegetativo. Por los pelos absorbentes de sus raíces (las raicillas), la
planta absorbe el agua y las sales minerales del suelo, que constituyen la
savia bruta (ocurre que las raíces se asocian a hongos para absorber mejor el
agua y sales minerales del suelo, se habla entonces de micorriza).
Por las hojas, allí donde se
efectúa la fotosíntesis, la planta recibe aminoácidos y azúcares que
constituyen la savia elaborada. Bajo las hojas, los estomas permiten la
evaporación de una parte del agua absorbida (oxígeno: O2) y la absorción de
dióxido de carbono (CO2).
Por el tallo, circulan los dos
tipos de savia: la savia bruta por el xilema y la savia elaborada por el
floema.
Los elementos nutritivos.
Los elementos nutritivos
indispensables para la vida de una planta se subdividen en dos categorías:
Los macronutrientes
Los macronutrientes se caracterizan por sus
concentraciones superiores al 0.1% de la materia seca. Entre ellos se
encuentran los principales elementos nutritivos necesarios para la nutrición de
las plantas, que constituyen la materia orgánica. Estos son el carbono, el
hidrógeno, el oxígeno y el nitrógeno. Estos cuatro elementos que constituyen la
materia orgánica representan más de un 90% por término medio de la materia seca
del vegetal. Al cual se añaden los elementos utilizados como abono y enmiendas
que son: el potasio, el calcio, el magnesio, el fósforo, así como el azufre.
Los tres primeros macronutrientes se encuentran en el aire y en el agua. El
nitrógeno, aunque representando un 78% del aire atmosférico, no puede ser
utilizado directamente por las plantas que no pueden, a excepción de algunas
bacterias y algas, asimilarlo más que bajo forma mineral, principalmente bajo
la forma de ión nitrato (NO3). Eso explica la importancia de la "nutrición
añadida de nitrógeno" en la nutrición vegetal y su adición como abono por
los productores.
Los micronutrientes
Llamados también oligoelementos no sobrepasan
el 0.01% de la materia seca. Son el cloro, el hierro, el boro, el manganeso, el
zinc, el cobre, el níquel, el molibdeno, etc. El déficit de alguno de estos
elementos puede determinar enfermedades de carencia.
La nutrición de hierro en plantas
consiste en el requerimiento fisiológico de hierro por parte de las plantas, si
bien es necesario para otros seres vivos. El hierro es uno de los elementos más
abundantes del planeta. Es necesario para todo ser vivo, pero en cantidades
pequeñas; en cantidades elevadas es tóxico, por lo que todos los organismos
controlan muy de cerca la cantidad de hierro que adquieren. Por esta razón, se
trata de un micronutriente. El hierro tiene varios estados de oxidación (o
valencia química) lo cual lo hace muy versátil para distintas reacciones
químicas necesarias para mantener los organismos funcionando correctamente.
NUTRICIÓN VEGETAL ORGÁNICA, SUS CARACTERÍSTICAS.
La Nutrición Vegetal Orgánica
tiene como elemento primario la fertilización orgánica de los suelos, con ello
se garantiza que estos posean la
fertilidad requerida para la nutrición eficiente de los cultivos agrícolas en
ellos establecidos y lograr producciones
lo más cerca posible de los potenciales de cada especie cultivada.
La acción comprobada de los abonos
orgánicos sobre los suelos, posibilita el desarrollo de cultivos intensivos sin
que disminuya su fertilidad y se deteriores sus propiedades físicas, químicas y
biológicas.
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