jueves, 18 de agosto de 2016

LA AGRICULTURA Y SU NUTRICIÓN VEGETAL

LA AGRICULTURA Y SU NUTRICIÓN VEGETAL  
La agricultura y la nutrición están vinculadas de muchas formas. La gente ha reconocido la conexión más obvia por mucho tiempo –la seguridad alimentaria es uno de los tres pilares de la buena nutrición, junto con el buen cuidado y la buena salud. En 1945 las preocupaciones sobre las recurrentes hambrunas y la malnutrición llevaron al establecimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). A la FAO se le asignó el mandato de mejorar los niveles de nutrición y los estándares de vida, y el mejoramiento de la productividad agrícola era una parte importante para este fin. Hoy en día, la agricultura aún se ve como uno de los cimientos del el desarrollo nacional. A través de los últimos 55 años la evidencia se ha acumulado para demostrar que la productividad agrícola es una fuerza poderosa para la reducción de la pobreza y para el desarrollo económico. Sin embargo, en las décadas recientes un amplio rango de factores ha obstaculizado el crecimiento de la productividad agrícola en las áreas menos desarrolladas. Estos factores incluyen la baja inversión en investigación y desarrollo agrícola, en irrigación, en infraestructura rural y en educación, así como la incapacidad de los agricultores pobres de acceder a los mercados de los consumidores ricos, ya sea en países desarrollados o en vías de desarrollo. Las vías a través de las cuales la agricultura afecta la nutrición están bien documentadas. A su vez, un mejor estado nutricional apoya al sector agrícola aumentando la habilidad de la gente en zonas rurales de emprender los arduos trabajos que involucra la agricultura en pequeña escala. Los vínculos entre una mejoría del estatus nutricional y una mejoría en la capacidad de trabajo y en la productividad son claros. Sin embargo, para mejorar la productividad y los ingresos agrícolas, el sector agrícola debe poner aún más atención a la nutrición. Esta mayor atención del sector agrícola hacia la nutrición asegura un mayor enfoque hacia el consumidor, lo cual es bueno para la agricultura tanto desde el punto de vista de bienes públicos como de bienes privados.
En la lucha contra la malnutrición, la agricultura desempeña la función esencial y única de asegurar que distintos alimentos nutritivos, suficientes para satisfacer las necesidades de las personas de todas las edades, estén disponibles y sean accesibles en todo momento, ya sea en el mercado o gracias a la propia producción de los agricultores. Tradicionalmente, las intervenciones agrícolas se han centrado en aumentar la producción de alimentos e incrementar los ingresos con miras a reducir la malnutrición, el hambre y la pobreza. Aunque esto sigue formando parte de un enfoque válido, actualmente se reconoce que el aumento de los niveles de producción e ingresos por sí solo tiene un impacto limitado en la mejora de la nutrición.
Nutrición vegetal
Para construir, renovar sus estructuras y realizar todos los procesos vitales, los seres vivos necesitan materia y energía. Se denomina nutrición al conjunto de procesos implicados precisamente en el intercambio de materia y energía de un ser vivo con el medio que le rodea.
Los vegetales son seres vivos de nutrición autótrofa y fotosintética. Se denominan autótrofos porque son capaces de transformar en materia orgánica la materia inorgánica del medio y fotosintéticos porque para ello obtienen la energía de la luz solar.
Los procesos implicados en la nutrición son: La absorción de los nutrientes, el intercambio de gases (oxígeno y dióxido de carbono), el transporte de nutrientes por todo el organismo, el catabolismo (degradación de las moléculas en otras más sencillas con obtención de energía) y la excreción de sustancias tóxicas producidas durante el metabolismo celular.


El principal elemento nutritivo
Es el carbono, extraído del  aire por las plantas autótrofas gracias al proceso de la fotosíntesis. Las plantas no clorofílicas, llamadas heterótrofas dependen de los organismos autótrofos para su nutrición carbonosa. La nutrición recurre a procesos de absorción de gas y de soluciones minerales ya directamente en el agua para los vegetales inferiores y las plantas acuáticas, ya en el caso de los vegetales vasculares en la solución nutritiva del suelo por las raíces o en el aire por las hojas.
Las raíces, el tronco y las hojas son los órganos de nutrición de los vegetales vascularizados: constituyen el aparato vegetativo. Por los pelos absorbentes de sus raíces (las raicillas), la planta absorbe el agua y las sales minerales del suelo, que constituyen la savia bruta (ocurre que las raíces se asocian a hongos para absorber mejor el agua y sales minerales del suelo, se habla entonces de micorriza).
Por las hojas, allí donde se efectúa la fotosíntesis, la planta recibe aminoácidos y azúcares que constituyen la savia elaborada. Bajo las hojas, los estomas permiten la evaporación de una parte del agua absorbida (oxígeno: O2) y la absorción de dióxido de carbono (CO2).
Por el tallo, circulan los dos tipos de savia: la savia bruta por el xilema y la savia elaborada por el floema.
Los elementos nutritivos.
Los elementos nutritivos indispensables para la vida de una planta se subdividen en dos categorías:
Los macronutrientes
 Los macronutrientes se caracterizan por sus concentraciones superiores al 0.1% de la materia seca. Entre ellos se encuentran los principales elementos nutritivos necesarios para la nutrición de las plantas, que constituyen la materia orgánica. Estos son el carbono, el hidrógeno, el oxígeno y el nitrógeno. Estos cuatro elementos que constituyen la materia orgánica representan más de un 90% por término medio de la materia seca del vegetal. Al cual se añaden los elementos utilizados como abono y enmiendas que son: el potasio, el calcio, el magnesio, el fósforo, así como el azufre. Los tres primeros macronutrientes se encuentran en el aire y en el agua. El nitrógeno, aunque representando un 78% del aire atmosférico, no puede ser utilizado directamente por las plantas que no pueden, a excepción de algunas bacterias y algas, asimilarlo más que bajo forma mineral, principalmente bajo la forma de ión nitrato (NO3). Eso explica la importancia de la "nutrición añadida de nitrógeno" en la nutrición vegetal y su adición como abono por los productores.
Los micronutrientes
 Llamados también oligoelementos no sobrepasan el 0.01% de la materia seca. Son el cloro, el hierro, el boro, el manganeso, el zinc, el cobre, el níquel, el molibdeno, etc. El déficit de alguno de estos elementos puede determinar enfermedades de carencia.
La nutrición de hierro en plantas consiste en el requerimiento fisiológico de hierro por parte de las plantas, si bien es necesario para otros seres vivos. El hierro es uno de los elementos más abundantes del planeta. Es necesario para todo ser vivo, pero en cantidades pequeñas; en cantidades elevadas es tóxico, por lo que todos los organismos controlan muy de cerca la cantidad de hierro que adquieren. Por esta razón, se trata de un micronutriente. El hierro tiene varios estados de oxidación (o valencia química) lo cual lo hace muy versátil para distintas reacciones químicas necesarias para mantener los organismos funcionando correctamente.

NUTRICIÓN VEGETAL ORGÁNICA, SUS CARACTERÍSTICAS.
La Nutrición Vegetal Orgánica tiene como elemento primario la fertilización orgánica de los suelos, con ello se garantiza  que estos posean la fertilidad requerida para la nutrición eficiente de los cultivos agrícolas en ellos establecidos  y lograr producciones lo más cerca posible de los potenciales de cada especie cultivada.

La acción comprobada de los abonos orgánicos sobre los suelos, posibilita el desarrollo de cultivos intensivos sin que disminuya su fertilidad y se deteriores sus propiedades físicas, químicas y biológicas.

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